Al hablar de sueños, el general de las personas piensan que es el material por excelencia del psicoanálisis y que uno puede interpretarlos fácilmente y que poseen una significación de fácil acceso, y la verdad es que esta muy lejos de eso la realidad…
En 1900 Freud lanza el libro “La interpretación de los sueños” en el cual analiza diferentes y variados sueños y expone su teoría, libro que lo hace conocido y marca el inicio del psicoanálisis, pese a que ya venía trabajando arduamente en su nueva teoría. En el mismo plantea la equivalencia del sueño al “rebus”, donde se pone de manifiesto el juego de elementos que se hace, ya que en el antiguo Egipto se escribía con ideogramas/ jeroglíficos que significaban un sonido, al juntarlos daba como resultado una palabra. Esa era una de las ideas de Freud, el sueño muestra diversos elementos que deben ser analizados por separado y unirlos, jugar con ellos para que, luego, se de a conocer el significado.
Es decir, no es tan sencillo analizar un sueño, no hay diccionario ni libro que figure exactamente el significado del mismo. Este debe ser analizado en el transcurso de un análisis a partir de los dichos y expresiones del analizante. Cada sueño tiene un significado especial y singular para quien lo soñó, además de mostrar, de forma desfigurada, una realización de un deseo.
La función del analista es guiar, acompañar y ayudar a dilucidar los significados de los sueños de nuestros pacientes, que muchas veces esclarecen y muestran situaciones olvidadas permitiendo la más profunda exploración de nuestra psique, de nuestro inconsciente…
Pintura de Salvador Dalí “La madonna de Port Lligat”
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